Ambientólogo, técnico de la Fundación Renovables y divulgador
Un básico cuando vamos a la playa es la crema solar. Los rayos ultravioletas (UV) del Sol pueden causar el envejecimiento prematuro de nuestra piel o, en el peor de los casos, cáncer. Y aunque hoy en día la mayoría de las personas ya conocen los peligros de no protegerse la piel adecuadamente, el impacto que tienen las cremas solares en el mar sigue siendo desconocido para los bañistas.
La entrada directa de los filtros UV al mar es mediante los ríos y la playa. En consecuencia, las zonas costeras y especialmente las turísticas son las más afectadas. Una vez en el mar afectan a fauna y flora, provocando dificultades en la reproducción y desequilibrios hormonales. Además, estos contaminantes pueden acumularse en organismos marinos y en la red trófica, pudiendo llegar hasta los humanos mediante la alimentación.
Los filtros solares pertenecen al grupo de los contaminantes emergentes. Es decir, aquellos cuya presencia no es necesaria nueva en el medio ambiente, pero si la preocupación por las consecuencias de la misma.
Por ejemplo, en países como Palaos o Hawai han prohibido el uso de ciertas cremas solares debido a sus efectos en los ecosistemas marinos.
Es por eso que, aunque los protectores solares sean imprescindibles, es necesario encontrar uno que sea respetuoso con el medio ambiente.
¿Qué protector solar escoger?
Hay que reconocer que no es fácil adquirir un protector solar que no contenga ningún componente perjudicial para el medio ambiente. Además, hay que tener cuidado con las prácticas de greenwashing que hacen pasar por respetuoso con el medio ambiente algo que realmente no lo es. La lista de contaminantes es larga y difícil de leer: oxibenzona, octinoxato, octocrileno, benzofenona, butil metoxidibenzoilmetano, hexilodecanol, dimetil apramida, cetil dimeticona, metilparabeno, polietileno, propilparabeno, butilcarbamato, etc.
Por suerte, la tecnología también nos ayuda a tomar decisiones más responsables. Existen varias aplicaciones que permiten escanear los productos solares, analizar sus ingredientes y comprobar si son seguros tanto para la salud como para el entorno:
Además, hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de filtros UV:
Los filtros minerales no-nano y las fórmulas sin ingredientes como oxibenzona u octinoxato son las opciones más recomendables en cuanto a sostenibilidad y respeto por los océanos.
Elegir bien tu protector solar es un pequeño gesto que marca la diferencia, especialmente si vas a pasar tiempo en la playa o en entornos acuáticos. La próxima vez que compres uno, deja que la tecnología te eche una mano.
¡Y no olvides aplicar el protector al menos 30 minutos antes de bañarte para evitar que se disuelva directamente en el agua!