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Manos sujetando una bola del mundo

La eficiencia es la clave para ahorrar en el hogar

Ismael Morales López

Biólogo, especialista en biodiversidad y economía de la energía. Copresentador del podcast "Energía a Granel" y colaborador de "Sígueme la Corriente".

La energía mueve el mundo. De eso no hay ninguna duda. Pero una parte importante de la revolución energética actual es que ese movimiento pueda continuar y mejorarse gracias a tecnologías más eficientes. Es decir, continuar haciendo una misma actividad, pero consumiendo menos energía, debido a una mejora en la eficiencia los procesos.

 

Esta efeméride tiene unos culpables claros: la electricidad y los equipos eléctricos que la consumen. Los equipamientos eléctricos consumen de media entre un 60%-70% menos energía que uno de combustión, debido a que tiene menos pérdidas térmicas y de rozamiento en el proceso de conversión. Un ejemplo son los motores eléctricos de los coches o las bombas de calor. Además, si la electricidad se ha generado con energías renovables, no solo estaremos consumiendo menos energía, sino que también habremos dejado de emitir gases de efecto invernadero y combatiremos el cambio climático.

 

Según el Informe Especial del IPCC sobre el Calentamiento Global de 1.5 °C, mejorar la eficiencia y electrificar los consumos energéticos (eliminar el uso de combustibles fósiles) en edificios es prioritario para evitar sobrepasar los 1,5°C de aumento de temperatura media global. Para lograrlo a escala global, la energía que consumen los edificios tendrá que ser abastecida por electricidad (disminuyendo la quema de gas y petróleo) en un 55-75 % para 2050. La implementación de reformas para mejorar el aislamiento térmico de los edificios y medidas de eficiencia energética en el sector residencial son fundamentales para cumplir con los objetivos climáticos establecidos.

El futuro de nuestro hogar es la eficiencia


EFICIENCIA-HOGAR

 

La eficiencia está en cada rincón de nuestra casa, aunque no la veamos. Todos los equipos y dispositivos electrónicos han sido diseñados, gracias a la innovación tecnológica, para consumir menos electricidad. Desde móviles, routers, ordenadores hasta televisores tienden a hacer y ofrecer más servicios con menos electricidad. 

 

Un estudio publicado en Journal of Industrial Ecology, demostró que la adopción de electrodomésticos y sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) más eficientes puede reducir las emisiones de CO2 en el sector residencial entre un 20% y un 30% para 2030. Este porcentaje varía en función del nivel de implementación de las medidas de eficiencia y la región climática. No cabe duda de las grandes ventajas que nosotros y el medio ambiente puede obtener si somos más eficientes en nuestro día a día.

 

Además, la reducción directa en las emisiones de CO2 en el hogar tiene otros beneficios ocultos. Una mejora de la eficiencia energética en los hogares también contribuye a la reducción de otros contaminantes atmosféricos (como puede ser las micropartículas liberadas por la mala combustión en calderas) y a la mejora de la calidad del aire interior, lo cual tiene beneficios adicionales para nuestra salud y la de nuestra familia.

¿Cómo ahorrar energía en casa de manera sencilla?


Hombre con bici en la calle hablando por un móvil

 

No obstante, falta la mayor ventaja de todas: si consumes menos electricidad porque tus dispositivos y equipos son más eficientes, no solo serás más sostenible si no que tu factura también se verá reducida a final de mes. Es así de sencillo. Hay múltiples opciones para ser más eficientes en casa y para conseguir un mayor ahorro en la factura de la luz. 

 

Si miramos al techo y a las lámparas que cuelgan de él, el truco más fácil es sustituir las bombillas incandescentes por LED. Este simple gesto puede reducir el consumo de electricidad en un 75-80%. Acuérdate siempre de revisar las etiquetas de eficiencia que hay en las cajas (la más eficiente es la clase A en Europa). Además, puedes instalar sensores de movimiento o temporizadores para que las luces se apaguen automáticamente cuando no hay nadie en la habitación. En todo caso, recuerda aprovechar al máximo la luz natural.

 

También la mejora en la eficiencia de los frigoríficos y congeladores puede llevar a ahorros de energía del 40-60%, al ser los electrodomésticos con mayores consumos al funcionar más horas. En la cocina, acuérdate de llenar la lavadora y el lavavajillas completamente antes de usarlos, junto con programarlos cuando más barata es la electricidad según tu tarifa. Para saber qué tarifa es la más adecuada y se adapta mejor a tus necesidades, puedes utilizar el comparador oficial de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Asimismo, desenchufa los aparatos eléctricos cuando no estén en uso para evitar el consumo de energía en modo de espera (también conocido como modo “Stand-by”) y únelos en una regleta con interruptor para que sea más sencillo.

Otro de los consejos que menos gente conoce es la mejora del aislamiento en el hogar. La medida más efectiva es la ruptura de puentes térmicos, o lo que es lo mismo, de los puntos donde se fuga el calor. Los más importantes son las ventanas, por lo que es clave disponer de unas bien aisladas gracias al doble acristalamiento y si es triple, mejor. También puedes aislar los muros con diversas fibras naturales o poliestireno.  Esto te permite mantener una temperatura confortable tanto en verano como en invierno, reduciendo la necesidad de calefacción y aire acondicionado. Incluso puedes tener un termostato programable para ajustar la temperatura y poder controlarlo desde tu móvil. También es fundamental aprovechar todo lo que puedas la ventilación natural, abriendo las ventanas para refrescar tu casa en lugar de usar ventiladores o aire acondicionado. 

 

Aprovechar las medidas indirectas es clave para ahorrar. Puedes comenzar a utilizar y aplicar todos estos consejos poco a poco. Empieza por lo que te sea más sencillo, por ejemplo, si se te estropea un electrodoméstico y tienes que comprar uno nuevo compra aquel que tenga mejor puntuación en la etiqueta energética.  La eficiencia energética ha llegado para quedarse y en nuestra mano está elegir la opción más sostenible.