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Falta de agua y sequías: adaptarnos a un nuevo escenario más incierto está en nuestras manos

Rafael Seiz, experto del equipo de Aguas de WWF

Embalse con agua

Aprender a adaptarnos a un escenario más incierto en relación con el agua es posible y está en nuestras manos.

Situación actual

En 2024 hemos sido testigos de lluvias importantes en muchas zonas de la Península Ibérica. Sólo unas semanas de precipitaciones han servido para recuperar parte de las reservas en los embalses, y más lentamente los acuíferos. Aunque 2024 ha sido distinto a 2023, el más cálido de la historia desde que hay registros, la sombra de la “pertinaz sequía” sigue presente en los medios de comunicación y en el ideario colectivo. 

 

En algunos territorios, las reservas se han mantenido en verano por encima de las medias históricas a pesar de la falta de precipitaciones. En otros, volvemos a hablar de situaciones de alerta y problemas para atender las demandas. Esto refleja que la sequía y la escasez de agua, aunque están relacionadas, no siempre van juntas. Ambos problemas suelen ser noticia, especialmente en verano, cuando a veces es necesario llevar agua en cisternas a ciertas áreas porque el agua del grifo no es suficiente. 

 

Una sequía meteorológica es un periodo determinado en el que las precipitaciones son menores a la media. Es un fenómeno limitado en el tiempo, natural y recurrente en nuestras latitudes. Las predicciones sobre el impacto del cambio climático anticipan que las lluvias serán menores, más irregulares, y con una distribución diferente a lo largo del año. Así, las sequías serán más frecuentes e intensas, y las temperaturas medias aumentarán. 

 

Sin embargo, aunque una sequía prolongada puede agotar las reservas, la escasez de agua se debe a un desequilibrio entre la cantidad disponible y la demanda. Este último reto depende más de cómo gestionamos el agua que de la falta de lluvia. 

 

De hecho, la buena noticia es que no podemos controlar cuándo lloverá o cuánto durará una sequía, pero sí podemos mejorar cómo gestionamos el agua y reducir su consumo. Esto nos da la oportunidad de enfrentar mejor los efectos del cambio climático relacionados con el agua. Por eso, en WWF creemos que para afrontar mejor el desafío que tenemos por delante, es necesaria una transición hídrica eficaz y justa, en términos ambientales, sociales y económicos. 

Grifo abierto con agua

Medidas para abordar el problema

Las empresas deben canalizar la innovación tecnológica en sus procesos de producción, para reducir la presión que ejercen sobre la naturaleza. Asimismo, pueden contribuir a esta innovación, incorporando tecnologías de la información al sector del abastecimiento y el suministro del agua. Por ejemplo, 1 de cada 10 litros que entra en la red de tuberías de agua urbana en España se pierde en fugas incontroladas. No obstante, con el impulso de la digitalización de estas redes, se pueden incorporar sensores inteligentes (smart meters) para hacer un seguimiento continuo que ayude a reducir rápidamente algunas de estas fugas. Asimismo, el compromiso de hacer un uso más racional del agua es otra herramienta fantástica para concienciar a la ciudadanía y a otros sectores de que es posible utilizarla de otra forma, y puede mostrarse en los diferentes canales de información, desde un dispositivo móvil hasta la programación de contenidos audiovisuales de sensibilización.    

Soluciones para empresas

Las empresas deben canalizar la innovación tecnológica en sus procesos de producción, para reducir la presión que ejercen sobre la naturaleza. Asimismo, pueden contribuir a esta innovación, incorporando tecnologías de la información al sector del abastecimiento y el suministro del agua. Por ejemplo, 1 de cada 10 litros que entra en la red de tuberías de agua urbana en España se pierde en fugas incontroladas.

 

No obstante, con el impulso de la digitalización de estas redes, se pueden incorporar sensores inteligentes (smart meters) para hacer un seguimiento continuo que ayude a reducir rápidamente algunas de estas fugas. Asimismo, el compromiso de hacer un uso más racional del agua es otra herramienta fantástica para concienciar a la ciudadanía y a otros sectores de que es posible utilizarla de otra forma, y puede mostrarse en los diferentes canales de información, desde un dispositivo móvil hasta la programación de contenidos audiovisuales de sensibilización.    

Soluciones para ciudadanos

Para eEn nuestro día a día debemos poner en valor el disponer de agua. Para ello, debemos aumentar el ahorro de recursos en el hogar con electrodomésticos más eficientes y eligiendo el modo eco. Otro consejo práctico es elegir la ducha en lugar de la bañera y reutilizar el agua limpia de la ducha mientras se calienta, para limpiar el suelo o regar las plantas. Otro aspecto clave es cerrar bien el grifo al lavarte los dientes, un grifo abierto puede desperdiciar más de 6 litros por minuto.

 

También existen dispositivos de ahorro que se pueden instalar fácilmente en los grifos, como perlizadores o reductores de caudal. De igual modo, hay que evitar tirar el aceite usado por el desagüe, ya que un litro de aceite puede contaminar unos 40 000 litros de agua. Asimismo, podemos elegir fruta y verdura de temporada, reducir el consumo de carne en nuestra dieta o limitar la parte de los alimentos que acaba en la basura para reducir el consumo indirecto de agua por desperdicio de comida. 

 

Finalmente, podemos implicarnos en la restauración y la conservación de la naturaleza. Los ríos, humedales y acuíferos sanos son las mejores herramientas para adaptarnos y abordar los retos que el cambio climático ya nos ha puesto delante. 

 

Información adicional: Siete soluciones para afrontar la sequía