Nos hemos acostumbrado a escuchar una sola mitad de la historia del cambio climático: la del daño causado, la destrucción, las pérdidas irreversibles… y la impotencia. Pero existe otra mitad, igual de real e igual de importante, que nunca había sido capturada, a esta escala, la mitad en la que ganamos.
Esa mitad está protagonizada por miles de personas que, desde campos de cultivo, laboratorios, comunidades rurales y ciudades de todo el mundo, están demostrando que hay soluciones. Soluciones reales, que ya funcionan y que pueden cambiarlo todo.
Hemos hecho algo que muchos consideraban imposible. Hemos viajado por 17 países de 4 continentes, rastreando las soluciones más avanzadas del planeta, de la mano de iconos como la legendaria Jane Goodall, el pionero Paul Hawken, el explorador Bertrand Piccard o el actor y activista Gael García Bernal.
Un cambio de paradigma: la regeneración
La innovación y el conocimiento nos dan superpoderes para entender cómo funciona el mundo y redefinir el papel de la humanidad en el planeta.
Desde nuevas técnicas para explorar el "cosmos" que hay bajo nuestros pies —ese mundo invisible de hongos, microorganismos y raíces que permiten a las plantas comunicarse bajo tierra— hasta la revolución energética de la electrificación, que está rediseñando nuestras casas, nuestras ciudades y nuestra movilidad.
Pasando por la revolución industrial del Siglo XXI, que es circular y regenerativa: una economía que convierte los problemas en soluciones, y en la que cada vez más empresas no solo evitan dañar, sino que restauran la vida mientras crean productos más accesibles y avanzados.
Un informe que lo cambia todo
La regeneración es muy sencilla. La regeneración significa crear más vida. En todas partes”, afirma Paul Hawken, coordinador del grupo internacional de científicos que crearon el Informe Drawdown, en el que se basa la serie. Cansados de emitir certificados periódicos de la degradación de nuestro planeta, decidieron hacer lo contrario: inventariar las soluciones que ya tenemos disponibles en todos los sectores para restaurar el equilibrio ambiental y cuantificar el impacto positivo de aplicar cada una de ellas. El resultado, inédito, arrojaba una certeza que abre camino: podemos revertir la crisis climática en una generación.
Y, lejos de suponer un sacrificio, el escalado de esas soluciones resuelve, al mismo tiempo, muchos de los grandes problemas sociales y económicos de la humanidad.
Recorrer las soluciones es observar una evolución que, además de mejorar nuestras vidas, restaura la naturaleza.
Ejemplos que inspiran y abren horizontes
A través de los pescadores mexicanos de Cabo Pulmo descubrimos cómo se puede recuperar la abundancia exuberante que un día tuvieron nuestros océanos y cómo la naturaleza, la economía y el propósito humano más profundo pueden confluir.
Los agricultores chinos que vencieron al desierto en la desertificada meseta de Loess, nos enseñan cómo es posible implementar un proyecto pionero de restauración que, además de traer el agua y la vida de vuelta a su región, ha sacado a dos millones de personas de la pobreza. Un auténtico faro de esperanza que está siendo replicado por una asociación de cientos de agricultores en el sureste de España.
Sobrevolamos el mundo con el primer avión propulsado con energía solar del explorador Bertrand Piccard, y descubrimos cómo, desde Kenia hasta Valladolid, pasando por Bélgica o San Francisco, la revolución del sol y el viento está transformando vidas, hogares, industrias y sistemas de transporte, con ganancias que van mucho más allá de la contaminación o el CO2.
Nos adentramos en la Amazonía de la mano de quienes la llevan habitando miles de años, viajamos a la India para comprobar cómo el acceso a la educación de las niñas transforma, literalmente, paisajes enteros, nos adentramos en la revolución de la agricultura regenerativa, de la mano de pioneros que, en Etiopía, Tarragona o Sevilla redefinen nuestra forma de cultivar.
Industrias que convierten los residuos en recursos, ciudades que transforman vertederos en fertilidad, vecinos que cambian las reglas del juego y barrios que recuperan el alma.
La revolución del sol y el viento está transformando vidas, hogares, industrias y sistemas de transporte, con ganancias que van mucho más allá de la contaminación o el CO2
Nos asomamos, en definitiva, a todo un ejército de pioneros que, con el corazón y la cabeza, están construyendo el futuro que podemos elegir y que nos retan, nos inspiran, nos invitan, a dar nuestra mejor versión en estos años cruciales.
Porque el cambio climático no es solo una amenaza: también puede ser la mayor oportunidad de nuestra generación. La oportunidad de transformar nuestro mundo en uno mejor.
Una historia en la que todos jugamos un papel determinante. Porque es, en definitiva, nuestra historia, y la historia del mundo de nuestros hijos.
Todo el conjunto de estrategias medibles y escalables para reducir las emisiones de carbono y regenerar el planeta puede verse en HOPE, el documental dirigido por Javier Peñas que se estrena el próximo 3 de junio en Movistar Plus+