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Qué es el ping o latencia: cómo medirla y cómo solucionar problemas

Cuando te conectas a Internet, lo primero que le pides a esa conexión es que sea lo más rápida posible y que nunca se corte. Si todo va bien, esto no es un problema. Pero cuando ocurren cortes de conexión o paquetes de datos que no llegan, es cuando conviene saber qué ocurre en el interior de la red.

Otro factor que influye en la calidad de tu conexión a Internet es la latencia, un elemento que no siempre tenemos en mente. Y eso que puede afectar mucho a nuestro uso de Internet. Junto a la estabilidad y velocidad de tu acceso a la red, la latencia es un parámetro a tener en cuenta, en especial si vas a jugar online o a comunicarte mediante una videollamada.

La latencia afecta a todo tipo de conexiones. Tanto si accedes a través de WiFi como mediante cable Ethernet. También existe latencia en conexiones móviles a través de tecnologías conocidas por todos como 3G o 4G. Para la latencia 5G, la realidad es que la situación cambia. Veamos en qué consiste, cómo medirla y cómo hacerle frente.

Latencia 5G, casi nula

La latencia es menor en redes de fibra óptica que en redes ADSL. Pero está presente también en redes inalámbricas. Las más utilizadas si hablamos de conectar redes de dispositivos, sensores y otros elementos conectados entre sí sin necesidad de cableado.

Y respecto a la conectividad móvil, resulta inevitable hablar del 5G. Una tecnología que ya tenemos al alcance de nuestras manos y que promete grandes mejoras en todo aquello que tenga que ver con conectar dispositivos. Más allá de nuestro hogar u oficina.

Hoy en día estamos acostumbrados a las conexiones 3G y 4G. Las empleamos en smartphones y otros dispositivos wereables como relojes o pulseras. Pero cada vez es más frecuente integrar la conexión móvil en vehículos o dispositivos de todo tipo. Además, se emplea en ámbitos como las ciudades inteligentes, hospitales automatizados, industrias robotizadasInternet of Things (IoT), etc.

Su sucesora, la tecnología 5G, mejora no solo la velocidad de las conexiones y el acceso a servicios como vídeo o música por streaming, videollamadas en alta definición o juego online. Otra ventaja: facilita la conexión de una mayor cantidad de dispositivos sin que la red se resienta. Y volviendo al tema que nos ocupa, el 5G ofrece unas tasas de latencia muy bajas.

Telefónica, por su parte, anunció el pasado mes de septiembre la implementación de su propia red 5G en España. Su objetivo es que el 75% de la población tenga cobertura 5G desde ya. Para ello, Telefónica ha implementado su red 5G con anchos de banda de 3’5 GHz y que funcionan en paralelo a las redes 4G actuales.

A nivel doméstico, el 5G ofrece más velocidad y menos latencia. Esto significa disfrutar de películas o videojuegos con la mejor calidad de imagen. Por su parte, las empresas encontrarán en el 5G un aliado para crear redes privadas con muy baja latencia y aplicaciones como virtualización de redes o dispositivos interconectados.

Más allá de latencia 5G, hay que hablar del 4G y 3G

Lo que conocemos como latencia, latency en inglés, es el tiempo que tarda en transmitirse un paquete dentro de una red. Puede ser interna o externa, como Internet. La información se transmite por las redes empleando paquetes de datos. Que esos paquetes lleguen a su destino a tiempo puede ser la diferencia entre que tu videollamada se vea y escuche correctamente o que sufras retrasos o cortes constantes.

Una latencia alta es mala, mientras que una latencia baja implica que tu conexión es buena. Se mide en milisegundos, una unidad de tiempo que parece minúscula pero que puede tener consecuencias. Y para medir la latencia de cualquier red, empleamos el software o comando Ping. Es más, normalmente llamamos ping a latencia por su familiaridad.

No hay que confundir la velocidad de tu conexión a Internet con la latencia. La primera se mide en megabits por segundo o en gigabits por segundo y tiene que ver con la cantidad de información enviada y/o recibida. En la mayoría de tests de velocidad que encontrarás en Internet, como el que ofrece gratuitamente Movistar, muestra tanto los datos de velocidad como el Ping.

Qué influye en la latencia de tu red

Hay varios factores que aumentan o disminuyen la latencia de tu conexión a Internet. En parte, son situaciones que también influyen en la velocidad de la red, como son la tecnología empleada para conectarte o la distancia que hay entre tu dispositivo y el otro dispositivo con el que quieres conectarte. En este sentido, a menor distancia, menor latencia.

Sobre la tecnología empleada, la fibra óptica ofrece menores tasas de latencia que tecnologías anteriores como ADSL y similares. Lo mismo ocurre con las conexiones inalámbricas móviles. La conexión 3G ofrece una mayor latencia que una conexión 4G. Y lo mismo ocurre si comparamos 4G con 5G, como veremos más adelante.

Hay más factores, como el tamaño de los paquetes enviados o la capacidad de tu router para procesar esos paquetes. En concreto, la capacidad de su buffer puede afectar a la latencia en positivo o en negativo.

Cómo te afecta una latencia alta

Los dos ámbitos principales en los que una latencia alta es perjudicial los he mencionado antes. La más conocida puede que no te afecte y se refiere al mundo de los videojuegos. Y es que jugar online contra otros oponentes humanos puede ser una misión imposible. En especial si tu latencia es mayor que la de tus rivales. El resultado, lo que en argot se conoce como lag y que puede dar a situaciones cómicas como que veas imágenes con retraso.

El segundo ámbito es el de las videollamadas. En la actualidad, las videollamadas se han convertido en una herramienta primordial para profesionales de todo el mundo. Gracias a ellas evitamos desplazamientos o viajes innecesarios y podemos comunicarnos con una gran calidad de imagen y de sonido. Eso si la latencia es baja.

videollamadas, latencia 5G

Pero hay más situaciones en las que la latencia es un factor a tener en cuenta: la conectividad entre dispositivos inteligentes, automoción y ciudades conectadas. Algunos de estos elementos todavía suenan a algo del futuro. Pero ya se están empleando redes que conectan vehículos y elementos del mobiliario urbano.

En este tipo de redes, se trabaja con una gran cantidad de datos. Y son importantes, porque de ellos depende que, por ejemplo, el alumbrado público se encienda cuando la calle está oscura o que un automóvil inteligente sepa dónde pararse o hacia dónde girar en una red urbana.

Cómo mejorar la latencia

La latencia 5G aún no es una realidad para muchas conexiones, por lo que hay ciertas pautas y consejos que podemos aplicar para lograr que la latencia de tu conexión doméstica se reduzca lo suficiente. Todo ello con el fin de disfrutar de servicios como juego online o videollamadas de calidad.

Las soluciones son similares a las que empleamos para que la velocidad de la conexión sea mayor. Es decir, para obtener el máximo de ancho de banda posible.

Por ejemplo, es mejor emplear cable Ethernet que conexión WiFi. También ayuda limitar la cantidad de dispositivos conectados de manera simultánea. Lo mismo ocurre con la cantidad de aplicaciones que hacen uso de Internet de manera intensiva.

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