Todos hacemos propósitos de cara al Año Nuevo, como, por ejemplo, ir al gimnasio, uno de los más repetidos. Además de éste, seguro que hay otros propósitos saludables de los que no nos acordamos y que podemos hacer fácilmente en nuestra vida diaria.
Los propósitos no deberían ser sueños y llegar a final del 2023 con la frustración de no haber cumplido nada de lo que nos habíamos propuesto. Por eso mismo, a continuación os damos algunos consejos para que podáis alcanzarlos.
Consejos para tus propósitos de Año Nuevo
Los propósitos de Año Nuevo siempre implican cambios positivos que repercuten en nuestra calidad de vida y salud. Pero no debemos caer en la tentación y ser demasiado ambiciosos en nuestras metas o acabaremos decepcionados y abandonando nuestros objetivos.
Teniendo eso en cuenta, es importante conocer que será mejor optar por cambios progresivos y sostenidos que por cambios demasiado radicales y, al final, poco realistas e inalcanzables.
Los cambios llevan tiempo y, de hecho, sólo con constancia conseguiremos resultados. Precisan un proceso de adaptación y debemos tener siempre presente que en la medida que vamos cumpliendo esos propósitos nos vamos a ir sintiendo mejor.
Escribir esos objetivos y releerlos periódicamente, nos ayudará a tener conciencia de ellos y conocer en qué fase estamos. En este sentido, una buena idea es elaborar un plan de acción. Es decir, dividir nuestro plan en fases, que iremos alcanzando. Esto nos ayudará a motivarnos para seguir adelante.
Propósitos de Año Nuevo saludables
A continuación, os dejamos con algunos propósitos de Año Nuevo que podemos plantearnos para mejor nuestra salud:
- “Somos lo que comemos”. Una dieta equilibrada nos ayudará a sentirnos mejor y prevenir múltiples enfermedades. Después de las comidas y cenas que se acumulan en estos días de Navidad llega el momento de salir menos y cocinar más en casa para así seleccionar mejor los alimentos. Disminuir el consumo de sal y azúcar, y evitar alimentos procesados deberían ser los puntos básicos a partir de los cuales empezar a comer mejor.
- Hacer cada día un poco de ejercicio: puede ser caminar, ya que es barato y no tiene horario. Podemos empezar caminando cada día 20 minutos e ir aumentando 10 minutos cada mes, un minuto más cada tres días hasta llegar a nuestro objetivo. Si no nos gusta caminar o no podemos hay múltiples opciones, como el ejercicio en el agua (aguagym), ir a clase de yoga, Pilates, bailar, etc.
- Un sueño reparador hace que tengamos más energía, reforzamos nuestro sistema inmunitario y protegemos nuestra salud cardiovascular y cerebral. Veremos cómo con una buena calidad de sueño mejora nuestro estado de ánimo y disminuye el estrés. Así que propongámonos dormir al menos 7-8 horas al día, y las horas que durmamos, aunque sean menos, que sean de calidad y nos garanticen un buen descanso.
- Dejar el consumo de tóxicos (alcohol en exceso, fumar, drogas…): el proceso no es sencillo pero puedes conseguirlo con ayuda de profesionales y no te dé vergüenza pedir ayuda. El Año Nuevo es un buen momento para llevarlo a cabo.
- Leer al menos 10 minutos al día, y no nos referimos a papeles de la oficina ni relacionados con el trabajo, sino a un libro de temática afín a nuestros gustos que nos atrape ya que nos ayudará a mejorar nuestra capacidad intelectual. Podemos empezar haciendo una lista de libros que queremos leer a ver si Los Reyes Magos nos los traen.
- Dedicar un poco más de tiempo a nuestros hobbies nos ayudará a desconectar del día a día y llevar nuestra mente hacia el infinito.
- Pasar más tiempo con la gente que nos suma: con esos amigos o familiares que nos reconfortan y aportan y con los que, más allá del contacto por redes sociales, ahora que podemos volver a estar juntos, nos sentará tan bien quedar para tomar algo, charlar, cenar… son momentos terapéuticos que nos llenan de felicidad.
- Mantener el estrés a raya. Algo de estrés puede ser bueno, de manera puntual, porque indica que nuestro cerebro tiene capacidad de respuesta ante determinadas demandas sociales, laborales, etc. Pero no podemos hacer de nuestra vida un “estrés caminante” porque lo pagaremos desarrollando enfermedades como la diabetes, hipertensión, incluso un infarto…
- Desconectar para conectar: la era digital debería permitirnos tener una vida más fácil y no llevarnos a una nueva esclavitud donde el temor a estar desconectado (nomofobia) puede ocasionarnos ansiedad. Sería bueno, al menos unas horas a la semana, sustituir el móvil y otras herramientas por una afición o simplemente por dar un paseo y contemplar la ciudad o la naturaleza, estar a solas en casa… para reconectar con nosotros, con la naturaleza, con los demás…
Esta es, tan solo, una lista para empezar, ahora te toca hacer la tuya, cogiendo algunas de nuestras ideas pero, sobre todo, siendo realista y estando motivado para el cambio. Porque todo esto suma y nos hará sentir mejor y más vivos.
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Cuidar de nuestra salud es importante y, como hemos visto, nuestros propósitos de Año Nuevo pueden ayudarnos a ello. Pero nadie va a ayudarnos mejor que un buen equipo de profesionales.
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