Permite realizar una gestión preventiva del patrimonio histórico, adelantándose así a posibles deterioros del éste.
Ofrece una gestión sostenible y óptima en el mantenimiento y conservación.
Se reducirá los costes de conservación del patrimonio ya que son gestionados de manera inteligente.
Esta solución es totalmente flexible dependiendo de los elementos a conservar, su problemática y los diversos propósitos que se determinen.