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Fatiga pandémica. ¿Tú también la sufres?

Tras largos meses de pandemia, la energía psicológica que tenemos para hacerle frente se va desgastando progresivamente. Es entonces cuando aparecen o se agudizan síntomas como la ansiedad, el estrés, las fobias, los problemas de pareja o de familia, el insomnio, los conflictos laborales, etc.

A qué nos referimos exactamente

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la fatiga pandémica como “la desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como por el contexto social, cultural, estructural y legislativo”.

Este cansancio acumulado estaría, por tanto, detrás de algunas conductas reprobables de quienes no siguen las recomendaciones y restricciones impuestas por la pandemia, si bien no las justifica, y este agotamiento también llevaría a un desinterés por mantenerse informados.

dolor de garganta

Abordaje general

Nuestro país recoge esta definición de la OMS y la concreta en medidas para hacerle frente, pues, aunque se trata de una reacción individual, los estados son conscientes de su responsabilidad al abordar los factores que favorecen la fatiga pandémica. En este sentido, desde el Ministerio de Sanidad se pretende trabajar en:

  •  Escuchar a la población para entender sus motivaciones y barreras desde distintos entornos de convivencia, laborales y educativos.
  •  Desarrollar entornos y prácticas seguras que minimicen el riesgo y permitan la adaptación de las actividades cotidianas.
  •  Priorizar, consensuar y emitir mensajes homogéneos, basados en la evidencia, en todo el territorio nacional.

Cómo podemos sobrellevar la fatiga pandémica

Por nuestra parte, y si somos conscientes de que este cansancio está haciendo mella en nosotros, a nivel individual podemos seguir los consejos de los especialistas en psicología, para hacer frente a esta situación de fatiga pandémica:

  •  Estabiliza tus horarios (trabajo, sueño, comidas, etc.), ya que ganarás en equilibrio.
  •  Céntrate en tu autocuidado. Busca tiempo libre cada día para hacer cosas que te gusten.
  •  Conecta con los demás. No sólo aumentando la frecuencia, sino también la calidad de tus relaciones interpersonales.
  •  Acepta y canaliza tus emociones. La resiliencia, el mejor antídoto.
  •  Mantén tu atención en el presente. No hipotetices todo lo que puede pasar en el futuro más o menos lejano, céntrate en mejorar tu día a día.
  •  Baja revoluciones: El contacto con la naturaleza, la lectura, técnicas como la meditación, el yoga… Practica la lentitud para reducir la rapidez del estrés.
  •  Reduce la infoxicación. Limita tu acceso a los medios de comunicación centrados en el “monotema”, sobre todo si detectas que esto te satura y te inquieta.
  •  Si la situación te desborda, acude a un psicoterapeuta. Recuerda que la salud mental es tan importante como la física.
  •  Practica ejercicio físico y mantén una dieta saludable, pues te ayudará a ganar calidad de vida al regular el sueño, combatir el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo.
  •  Aumenta tu aporte de vitamina D. Tomar 10-15 minutos el sol cada día es suficiente para llenarte de energía y contribuir a tu bienestar emocional por el aumento de serotonina que produce y porque refuerza nuestro sistema inmunológico.

¿Fatiga pandémica? ¿Podemos ayudarte a combatirla!

Supera la desmotivación y el cansancio originado por la crisis COVID-19. El servicio de telemedicina de Movistar Salud te puede ayudar. Consulta con un médico en menos de una hora, 24 horas 7 días a la semana, estés donde estés y sin esperas. Solicita una llamada o videollamada y resuelve tus dudas de salud. Porque cuidándote tú, nos cuidas a todos.

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